Los amortiguadores desempeñan un papel fundamental en el sistema de suspensión de un coche, ya que absorben los impactos generados por irregularidades en la carretera y ayudan a mantener el control y la estabilidad. Cuando los amortiguadores están en malas condiciones, pueden surgir una serie de consecuencias negativas que afectan tanto al rendimiento del vehículo como a la seguridad de los ocupantes. En este artículo de Trámites DGT Online, conocerás las principales consecuencias de tener un amortiguador en malas condiciones y cuáles son las señales que indican que es momento de revisar este componente.
Los amortiguadores cumplen una función esencial en la seguridad
Mantener el coche en buenas condiciones es clave para garantizar la seguridad en a carretera. Los amortiguadores, junto con los neumáticos y los frenos, son elementos que participan activamente en mantener una conducción segura. Por eso es esencial hacer la puesta a punto del coche. De esta manera, garantizamos que los elementos mecánicos y eléctricos estén en buenas condiciones
La función de los amortiguadores es controlar las oscilaciones de la suspensión para lograr ganar adherencia a la vía, también permite mejorar la estabilidad en las curvas, reducir la distancia de frenado y hacer que los trayectos sean más conformables, absorbiendo las irregularidades del terreno. Es por ello que cumple un papal importante en la seguridad, es uno de los elementos a mirar en el coche de segunda mano antes de comprarlo.
¿Cuáles son las consecuencias de un amortiguador en malas condiciones?
Un amortiguador en malas condiciones puede tener diversas consecuencias negativas para el rendimiento y la seguridad de un vehículo. Desde una reducción de la estabilidad y un mayor tiempo de frenado hasta un desgaste irregular de los neumáticos y una pérdida de control en curvas, los efectos de los amortiguadores desgastados o dañados pueden ser significativos. A continuación se detallan las posibles consecuencias de un amortiguador en malas condiciones:
Mayor distancia de frenado
Cuando los amortiguadores están en malas condiciones, el tiempo de frenado del coche puede aumentar significativamente. Esto se debe a que los amortiguadores desgastados no mantienen el contacto adecuado entre los neumáticos y la carretera, lo que reduce la capacidad de frenado del coche. Una mayor distancia de frenado puede ser extremadamente peligrosa, especialmente en situaciones de emergencia, donde cada centímetro cuenta para evitar colisiones. Lo importante para evitar este tipo de situaciones es conocer las técnicas de conducción eficiente.
Reducción de la estabilidad
Un amortiguador en malas condiciones puede comprometer la estabilidad del vehículo. Los amortiguadores desgastados o dañados no pueden controlar eficientemente los movimientos de la suspensión, lo que provoca que el automóvil se balancee excesivamente al girar, frenar o acelerar. Esto no solo afecta la comodidad de los pasajeros, sino que también puede aumentar el riesgo de pérdida de control del coche, especialmente en situaciones de emergencia.
Pérdida de control en curvas
Los amortiguadores en malas condiciones pueden provocar una pérdida de control del coche al tomar curvas. Cuando los amortiguadores no funcionan correctamente, no pueden mantener la estabilidad de la suspensión en curvas, lo que puede resultar en subviraje o sobreviraje. El subviraje se produce cuando el vehículo no gira lo suficiente en una curva y se dirige hacia el exterior de la misma, mientras que el sobreviraje ocurre cuando el automóvil gira más de lo deseado y tiende a derrapar hacia el interior de la curva. Ambas situaciones pueden ser peligrosas y difíciles de controlar, aumentando el riesgo de accidentes.
Desgaste irregular de neumáticos
Los amortiguadores en mal estado pueden ocasionar un desgaste irregular de los neumáticos. Cuando no pueden mantener el contacto constante entre los neumáticos y la carretera, algunos puntos del neumático se desgastarán más rápido que otros. Esto puede resultar en un desgaste desigual de los neumáticos, lo que reduce su vida útil y aumenta la necesidad de reemplazarlos con mayor frecuencia. Además, el desgaste desigual de los neumáticos también afecta la tracción y el agarre del vehículo, especialmente en condiciones de lluvia o superficies resbaladizas. Para poder solucionar este tipo de desgastes o problemas de neumáticos, debes saber qué presión llevan los neumáticos.
Mayor desgaste de otros componentes de la suspensión
Otra consecuencia de un amortiguador en malas condiciones es que puede generar una presión adicional sobre otros componentes de la suspensión, lo que puede llevar a su desgaste prematuro. Por ejemplo, los resortes de suspensión pueden verse sometidos a una tensión excesiva cuando los amortiguadores no pueden absorber adecuadamente los impactos. Esto puede llevar a una reducción en la vida útil de los resortes y requerir su reemplazo antes de lo esperado. Además, otros componentes de la suspensión, como los bujes y las articulaciones, también pueden verse afectados negativamente por la falta de amortiguación adecuada.
Señales de un amortiguador en malas condiciones
Detectar cuando los amortiguadores están en malas condiciones es importante para garantizar un manejo seguro y un desempeño óptimo de tu coche. A continuación, se presentan algunos signos comunes que pueden indicar problemas en los amortiguadores:
Vibraciones excesivas
Si experimentas vibraciones inusuales en el volante o especialmente al pasar por baches o irregularidades en la carretera, podría ser consecuencia de un amortiguador en mal estado.
Balanceo excesivo
Si el coche se inclina demasiado hacia un lado al girar o en las curvas, es posible que los amortiguadores no estén funcionando correctamente.
Rebote excesivo
Si al presionar el capó o la parte trasera del coche, este sigue rebotando varias veces antes de estabilizarse, es probable que los amortiguadores estén en malas condiciones. Los amortiguadores en buen estado deberían controlar y amortiguar el movimiento de rebote.
Distancia de frenado prolongada
Si notas que la distancia de frenado del coche es más larga de lo habitual, puede ser consecuencia de un amortiguador en malas condiciones. Cuando están desgastados no mantienen el contacto adecuado entre los neumáticos y la carretera, lo que afecta negativamente la capacidad de frenado.
Desgaste irregular de los neumáticos
Un desgaste desigual de los neumáticos puede ser un indicio de problemas en los amortiguadores. Si notas un desgaste excesivo en los bordes internos o externos de los neumáticos, es posible que los amortiguadores no estén distribuyendo correctamente la carga y el contacto con la superficie de la carretera.
Dificultad para controlar el vehículo
Si sientes que el coche se vuelve más difícil de manejar, especialmente al tomar curvas o al realizar maniobras evasivas, es posible que los amortiguadores estén en malas condiciones.
Ruidos inusuales
Presta atención a cualquier ruido extraño que provenga de la suspensión del coche. Golpes, chirridos o crujidos pueden indicar un desgaste o daño en los amortiguadores.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es recomendable llevar tu coche a un taller especializado para que un mecánico pueda evaluar el estado de los amortiguadores y realizar las reparaciones necesarias. Recuerda que los amortiguadores desgastados o dañados pueden comprometer la seguridad y el rendimiento del vehículo, por lo que es importante abordar cualquier problema a tiempo.